19/12/15

Limones en conserva


En mi casa el limón es imprescindible, y no creo equivocarme si digo que en las vuestras también.

Además de ser un imprescindible en la cocina, el limón es conocido desde la antigüedad por sus muchas propiedades medicinales.

Es muy rico en vitamina C, pero además, el limón tiene casi treinta componentes antioxidantes, flavonoides, betacarotenos y contiene también ácidio cafeico.

Si todavía no lo has incorporado a tu día a día, haz del limón un imprescindible en tu casa.

Esta receta, originaria de Marruecos, la encontré en un libro de Jamie Oliver, y desde ya, la hice mía.


                            
Se les quitan las pepitas, se pican muy finitos y se usan en todo lo que te apetezca.

 Los puedes añadir a guisos, para aliñar ensaladas, para asar pescados.... 

 Advierte Jamie: no se te ocurra comértelos nunca tal como salen del bote, como harías con una cebollita en vinagre.   

                                            
Ingredientes: 10 limones pequeños, 200 gr. de sal gruesa, 2 hojas de laurel, 7 granos de pimienta, 2 ramas  de canela. Jamie, en esta receta apunta 10 limones, yo he dejado esa cantidad para envasar y, a mayores, hice el zumo con 5 limones más.                                                                                               

Esteriliza un tarro grande de cristal y su tapa en el horno, a 100º C, calor arriba-abajo, aproximadamente 20 minutos. Sácalo del horno y deja que enfríe.                                                                                                                                
Exprime y reserva el zumo de 5 limones.

 Haz un corte profundo en cruz a cada limón, coloca en el corte una cucharadita de sal gruesa. 

Introdúcelos en el frasco de cristal, alterna en capas con la sal, las hojas de laurel, los granos de pimienta y las ramas de canela.

                                                          















Vierte el zumo de limón y termina de llenar el tarro con agua fresca.

 Pon la tapa y cierra herméticamente.

 Déjalo en un lugar fresco y sin luz, y dale un buen meneo cada pocos días, para que la sal se reparta bien.  

En un mes, los limones  estarán listos para usarse en cualquier plato.

Jamie  apunta que acaba con ellos, más o menos, en una o dos semanas.
                                                

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